Los señuelos de tipo paseante se dividen fundamentalmente dos tipos: paseantes de superficie y paseantes hundidos.
Son dos tipos totalmente diferentes de señuelos y que se adaptan a diferentes estados del mar. Los paseantes de superficie son señuelos casi específicos para condiciones de mar en calama, mientras que los paseantes hundidos son señuelos polivalentes y se adaptan casi a cualquier situación de pesca.
Con los paseantes de superficie podemos trabajar únicamente la capa superficial de agua, generalmente empleando el movimiento en zigzag conocido en pesca a spinning como «walking the dog». En cambio, con los paseantes hundidos podemos trabajar casi todas las capas de agua. Pra conseguirlo, se requiere de cierta experiencia para saber a que profundidad traemos el señuelo, pero algo que se puede aprender con práctica.
En época de verano, con la mar en calma, los paseantes de superficie son muy efectivos. La única pega que les veo es que si hay algas en suspensión se hace casi imposible emplear este tipo de señuelo, ya que se enganachan muchas algas en los triples y es imposible moverlos bien.
Con los paseantes hundidos, al poder trabajar a casi cualquier profundidad, si hay algas en superficie no les afecta. Su moviemiento es un zigzag bajo el agua que hay que sacrale al señuelo dando toques de puntera al mismo tiempo que se recoge la línea. Los hundidos además tienen la ventaja de que suelen tener muy buen lance, ya que son señuelos pesados para que no floten.
Por todos estos motivos, nunca pueden faltar los pasenates en tu caja de señuelos.